domingo, noviembre 12, 2006

La primera película erótica de la historia

Me he encontrado en un suplemento para jóvenes de un diario generalista con un dato que refuerza mi tesis. El bigote, además de ser un atributo diferencial, desata los impulsos de las mujeres siempre que se lleve con elegancia y sensualidad, claro. Es de necios pensar que únicamente por vestir bigote las mujeres caerán hechizadas ante un hombre. Esto suena a anuncio. Y de los malos.

En ese artículo se resaltaba la importancia de dedicar a los besos el tiempo y el tempo necesarios, haciendo referencia a una película del año 1896 llamada "El beso". Dicha cinta, cuya duración no llegaba al minuto, tenía a May Irwin y John Rice como protagonistas, y la acción se limitaba a mostrar la aproximación de los labios de Irwin hacia los de Rice. Cuando se estrenó "El beso" causó un impacto descomunal. Dado que los cándidos espectadores de la época sólo habían visto escenas cotidianas (muy aburridas por cierto) de trenes llegando a la estación, de feligreses saliendo de la parroquia o trabajadores partiendo hacia sus casas tras la jornada, no parece extraño que "El beso" fuera calificada de "brutal y lasciva". Y bajo una perspectiva más amplia de la historia del cine, como la primera película erótica... (y aquí añado)... donde los misteriosos labios del galán se sugerían a través de un turbador bigote.