martes, octubre 31, 2006

Una nariz rubricada

No hay cara más convincente y rotunda que aquella en la que una gran nariz queda subrayada por un prominente bigote. Gracias señor anónimo por haberse dejado encontrar. Y gracias señora internet, por supuesto.

Bigotes libres

El 13 de julio de 2001 amaneció con la mejor de las noticias posibles. Los "Hermanos Bigotudos" (Moustache Brothers) de Myanmar habían sido liberados por el régimen dictatorial del país asiático (antigua Brirmania) gracias a una campaña de presión organizada por Amnistia Internacional. Tras 5 años de cautiverio, U Pa Pa Lay y U Lu Zaw recuperaron su libertad junto con sus colegas U Aung Soe y U Htwe. Los hermanos no eran hermanos sino primos, además de humoristas de gran reconocimiento popular. Fueron apresados el 4 de enero de 1996 por parodiar al gobierno y los militares del país.

Al liberar los bigotes Myanmar volvió a sonreír. Un poco más.

¿Y tú, bigotudo, de qué equipo eres?

Vaya por delante que el fútbol no es una de mis pasiones. Pero como hecho social es inevitable intentar esquivarlo. El fútbol esconde protestas políticas ahogadas (a veces) y saca a relucir muchos detalles de la condición humana. Tiene estilos: "a la italiana", "a la brasileña", "germánico"... E incluso ha cedido muchas de sus expresiones al lenguaje cotidiano, tanto de forma directa como indirecta. "De penality", "en fuera de juego", "cerocerista", "chupar poste -o banquillo-", "sudar como Camacho", "vivir como Ronaldo"...

Pero si alguna influencia ha tenido el fútbol en mi vida fue durante el proceso de construcción de mi personalidad. Aquella época en la que todos los niños de la clase nos identificábamos con un equipo, en la mayoría de las ocasiones, condicionados por las presiones familiares: padres, abuelos y tíos.

Por eso, si alguien quiere eligir "su equipo", siguiendo un criterio propio e independiente, debe superar la comida de tarro del entorno inmediato. Después debe hacer caso omiso a los cantos de sirena de los ganadores. Un buen palmarés es como un imán para los débiles. Y finalmente, debe eludir el factor territorial o de proximidad. Ya que lo más fácil es identificarte con el equipo de la ciudad que queda más cerca, o de tu propia ciudad si lo tiene. Si se transgreden estas tres reglas, se está en disposición de decidir de forma completamente racional.

Yo hice este ejercicio cuando todavía me sonaba los mocos con las mangas. Y elegí la Real Sociedad. Era un equipo lejano, exótico. Estéticamente me gustaban los colores blanco y azul de su indumentaria. El nombre me sonaba como a institución del medioevo formada por aguerridos caballeros y sin duda, los jugadores estaban a la altura del nombre. Además... sólo había que mirar debajo de sus narices. Eso sí que era un equipo.

lunes, octubre 30, 2006

Ninguna "nariz" sin bigote

En 1948, el estandarte de la moda parisiense Marcel Rochas, encargó a “su nariz” (el reputadísimo Edmond Roudnitska) la creación de un perfume paradigmáticamente masculino: “Moustache”.

El verdadero porqué del nombre lo desconozco y tampoco quiero investigarlo. Prefiero lanzar mi propia hipótesis. Las circunstancias de su trabajo suponían un impedimento para que Roudnitska luciera pelo bajo sus napias.

Por eso, para superar su frustración decidió bautizar su creación con el nombre de "Moustache". Ya que cualquier nariz cobra un significado superior cuando se encuentra flanqueada por un buen bigote.