Afílate el bigote

Llega el Campeonato Mundial de Bigotes y Barbas. Os adjunto también la imagen de uno de los miembros del comité organizador. ¿Alguien se apunta a venir conmigo?

Un calvo a la lotería

Se está liando. Y con razón. ¿Por qué han liquidado al Calvo de la lotería de Navidad? Según un artículo de The Guardian, el personaje había canibalizado a la marca.

Esto significa, que "la gente" prestaba más atención al Calvo que al producto que anunciaba... Vaya argumento de mierda. Quien no se haya quedado con la copla después de 8 años de campaña tiene serias cuestiones que resolver, y no sólo de atención. Es decir, que el problema no es de "la gente" o "los espectadores". Es de la agencia de publicidad, o bien de los directivos de la Lotería Nacional, que quieren eliminar vestigios del pasado. Hay veces en que la tábula rasa no tiene demasiado sentido...

El caso es que al Calvo, un actor británico cuyo nombre es Clive Arrindell, se le acabó la suerte (chiste fácil), y las personas, que nos molan las costumbres, nos lo hemos tomado bastante mal. Tanto, que pensamos que hay algún interés oculto detrás de todo -a las personas también nos encantan las teorías de la conspiración- que pretende borrar al Calvo de la faz de la televisión.

Cualquiera tiene su hipótesis. Y yo, quiero compartir la mía. El Calvo quiso salir con bigote, y la mano negra imberbe lo fulminó para siempre.

Os pongo una muestra de cómo me lo imagino... mientras también se me pasa por la cabeza que, en algún riconcito de este país, alguien trama una acción de rebeldía... "Un calvo por el Calvo" (eslógan fácil a la par que efectivo).

Cuida tus pelos.

El sello original (Bigote Friendly Project)

Ayer, cuando escribí la entrada en la que presentaba el BFP no me percaté de que en el sello había incluido el nombre de mi blog.

Perdón, no tenía ninguna voluntad de colonizar el mundo... Este proyecto no tiene ninguna web central, no se trata de algo ministerial, ni de un cuño de homologación que pueda dar nadie tras superar ninguna prueba psicotécnica. No es una ISO, vaya.

El BFP es un proyecto de adscripción libre, donde todos los participantes están al mismo nivel. Por eso, os cuelgo el sello verdadero, el que no hace referencia a mi blog. Así que, el cuño de la entrada anterior es una adaptación del original (que es este).

Perdón por el desliz... Y os recuerdo que si necesitáis alguna adaptación, os la proporcionaré con mucho gusto.

Arriba bigotes!

Bigote Friendly Project

Más allá de lo políticamente correcto, existe un lenguaje que reconoce los derechos de cualquier persona a ser diferente. Sin hipocresías ni promesas falsas. Un modo de actuar de miras amplias, que concede al otro las mismas posibilidades que a uno mismo.

Este es el espíritu que impregna BFP, el Bigote Friendly Project. Una red de espacios, de lugares, de personas, de marcas que asumen el derecho de cualquier persona a llevar bigote. Sin que importe su religión, ni su sexo, ni su procedencia, ni su idioma, ni su credo.

BFP es un pequeño distintivo que esconde un propósito enorme. La materialización de una lucha silenciosa que lleva mucho tiempo desarrollándose, y que empezó el día en que se inventaron los sistemas para rasurar. Unos sistemas que dividieron al mundo por la mitad, enfrentando a los que no llevaban bigote con los que sí.

Hoy, el BFP quiere agrupar a todos los humanos bajo un mismo techo y reclama el reconocimiento de las personas que llevan bigote, para que estas sean aceptadas en cualquier parte, fomentando siempre el entendimiento y el diálogo. Para que los bigotudos se vean representados en la sociedad.

Porque llevar bigote es una apuesta vital. Y necesaria.

Aquí y ahora hago un llamamiento. Sé solidario y apúntante al Bigote Friendly Project.

Si sientes apego por esta causa y necesitas una imagen de mayor tamaño, estaré encantado en proporcionártela.

Un saludo bigotudo.

Bigotepride llamando a bigotemyfriend

Qué triste es verme de este palo. Reclamando la atención de un blogero cuyo espacio tiene un propósito, al parecer, IDÉNTICO al mío. Pero joder... Esto no pasa cada día. Había visto blogs bigotudos en otros idiomas, pero... ¿Estás ahí? ¿Quieres que seamos coleguillas? ¿Mama... me das permiso para escribir en ese blog? Ah... que quieres hablar primero con su madre... pero es que no... no... Bueno, otro día...

Mientras no digas nada te voy a homenajear con la imagen de Bruce Lee parodiando el genial anuncio de BMW en clave "bigote my friend". Que es LA clave.

Y mientras tanto, a quien me lea, seas quien seas, te voy a hacer una recomendación a lo FNAC, o a lo Amazon, según se mire. Si te gusta este blog, es muy probable que también te guste www.bigotemyfriend.com , donde además podréis obtener el stencil original para dejar huella en el mundo con esta imagen que os adjunto.

Sí amigos, sí... bigote my friend, un gran hallazgo.

Bigote my friend ¿me recibes?

Viva Portugal

Es una absoluta gilipollez intentar manipular la realidad... (me refiero al post anterior).

¡Que viva Portugal! Y que esto no se entienda como un ataque a nuestros vecinos peninsulares, que me consta que andan mosqueados con las presuntas tentativas españolas de anexión.

Desgraciadamente a los españoles poco nos interesa nuestro país vecino. Y cuando digo poco quiero decir nada. Somos así de egocéntricos.

Gracias Pin, por abrirme los ojos.

Las chicas de Abanderado Maax

Paseando por la calle me he encontrado con esta campaña... ejem... significativa. Unas señoritas que se dirigen a la "mente común" masculina para pedir un cambio. La eterna (y algo cansina) batalla de los géneros que continúa, pero ahora llevada al terreno de la insolencia contra los hombres. En este aspecto, me parece bien. Y de hecho ya lo han practicado otras marcas de forma menos sutil. Además, con la caña que se les ha metido a las tías durante tanto tiempo, no está de más que a los tíos les caiga algún que otro palo. Aunque también es posible que surja algún susceptible que se sienta ofendido.

Al final, es otra excusa para que aparezcan tías en pelotas, buscando al mismo tiempo la complicidad de las mujeres. ¿Es rizar el rizo?

En fin... estas chicas se merecen un bigote.

Actualización por despiste: la web de la campaña es www.abanderadomaax.com

Me escuchan

Queridos amigos, me han comenzado a escuchar en Vueling. Han publicado mi primer comentario en su blog, aunque debo admitir que ha sido muy educado. Es lo que debe ser. Seguiré en ello y os mantendré informados.

Y a ti ¿te gustaría que Vueling lleve bigote?

Pelillos pintados que dan suerte

Leo en www.trendencias.com que se están volviendo a comercializar los chinitos de la suerte. Joder, qué flashback. Durante un tiempo todos los llevábamos colgando de relojes, hebillas, pulseras... De cualquier sitio de donde se pudieran asir. Y ahora de nuevo están aquí.

Aquellos chinitos que se conviertieron en un hit, en una especie de síndrome generacional, venían pertrechados con un bigotín pintado. Todos y cada uno de ellos.

Diez contra uno a que era el bigote lo que daba suerte...

El progreso es una mierda

¿Progresar para qué? ¿Lo nuevo es bueno por el simple hecho de serlo? ¿Qué causas llevan consigo los avances tecnológicos?

Theodore Kaczynski, más conocido como Unabomber, fue durante años el protagonista de miles y miles de páginas de diario. Lo admitieron en Harvard a los 16 años -su QI era de entre 160 y 170- una edad en la que muchos dedicarían su tiempo a tontear con Onán. Y se hizo famoso por enviar explosivos "antiprogreso", causando 3 muertos y 29 heridos. Qué lástima que haya que recurrir a la violencia para hacerse escuchar...

A parte de su manifiesto "La sociedad industrial y su futuro", que ahora se puede conseguir, cómo no, en internet y en castellano, hay algo que para siempre quedará en la memoria colectiva. Aquel retrato robot. Con capucha, gafas de sol... y bigote.

¿Era el bigote el símbolo de algo que había que preservar de un futuro inhumano, rasurado, imberbe? Tal vez sí.

P.S. si tienen un rato y quieren sorprenderse lean el manifiesto. Hay mucha miga en el contenido para tratarse de un simple loco...

En internet se roba

Hace unos días envíe un mail a un compañero webero. Le pedía permiso para que me prestase una imagen. He estado esperando. Pero nada. Silencio. De modo que, mientras no me diga nada, voy a publicar la imagen del bigote saltarín. Necesito saciar mi querencia.

Amigo, nunca tuve intención alguna de ofender. Le invito a participar, y le agradezco por anticipado la imagen.

Siempre de buen rollo

Reconozco que ayer estaba un poco exaltado. Cuando dije que empezaba una guerra, no iba del todo en serio. Bueno, un poco. Pero antes de empezar el conflicto armado, hay que agotar la vía diplomática. Si en Vueling saben escuchar (seguro que sí), no tiene sentido ir directo a la fuerza. Primero, que actúe la diplomacia.

¡Un Vueling más cercano a mi es posible!

El bigote de la reina

Freddie Mercury. Pocas personas han llevado un bigote con tanto orgullo. Pocas han conseguido convertirlo en un símbolo como él.

Freddie no nació con bigote. Carai, ni Jose María Iñigo nació con bigote. Pero lo convirtió en su seña de identidad. Una chaqueta chillona, unos pantalones blancos y unas zapatillas de deporte blancas. Y su bigote. Dicen que se lo dejó para disimular el tamaño poco convencional de sus dientes. Los que amamos el bigote, y la música, sabemos que era por otros motivos. Era parte de su tarea de intimidación. Era su forma de comerse al público y al mundo entero. Su pose, sus gritos, su provocación, su corona en alto, su bigote. Este soy yo, así soy, y este es el bigote que llevo.

Todo el mundo recuerda a Freddie. Preguntadle a alguien, no especialmente fan de Queen, que os lo describa. El bigote no faltará nunca. Nadie recordará al primer Freddie, el delgaducho con melenas y trajes de arlequín. Ni al último, demacrado y delgado por culpa del SIDA que se lo llevó demasiado pronto. Todos le recordarán con el puño en alto, micro en mano y un bigote bajo el que sonaban, atronadoras, melodías que son un poco de todos.

Freddie nos dejó un 24 de noviembre de 1991, un día después de anunciar al mundo que se iba. Y su bigote se fue con él.

Empieza la cruzada

Compañeros,
aquí y ahora proclamo que voy a empezar una guerra. Me siento minoría. Me siento constantemente menospreciado. Ninguneado. Reducido a la nulidad. Los supermercados a los que voy, los bares donde tomo cerveza, la panadería donde compro el pan, los he seleccionado siempre bajo el mismo criterio. Que tengan una mínima relación conmigo. Que me representen. Que me hagan sentir como en casa.

Pero todavía, muchos de los sitios que frecuento y los servicios que utilizo no me tienen en cuenta. ¿Será que no me quieren como cliente? Lo que sí que aceptan es mi dinero. Así que, si quieren seguir teniéndolo, deberán aceptarme y adecuarse a mi. ¿Acaso no vivimos en la era de la personalización? ¿O es que la muletilla "a su medida" que repiten hasta el hartazgo no es más que una paparrucha?

Lo dicho, voy a reivindicarme. Voy a luchar para que el mundo reconozca mi lugar ¡Viva la discriminación positiva! ¡Vivan las marcas con bigote!


Primera meta. Que Vueling me escuche. Voy a dirigirme a su departamento de atención al cliente. Y no cesaré hasta que me envíen, por lo menos, una foto de alguno de sus trabajadores que lleve bigote. Un piloto o un azafato.
Os iré contando.

Borat también lo lleva

Es más, ¿hay alguien que no lleve bigote en Kazajstan?

"Soy bigotista" (autoentrevista 1)

Yo me mi conmigo. A lo Juan Palomo. Yo me pregunto, yo me respondo.

- Hoy, le preguntaré sobre libros ¿usted lee?
- Dios, qué aprieto... Tengo varios libros entre manos pero todos a medias...

- Elija uno y dígame porqué debería leerlo.
- Pues... "La trampa balcánica" de Francisco Veiga. Pero la última edición, donde el autor ha actualizado los contenidos. La cuestión de fondo es que las cosas siempre son más complejas de lo que parecen, y que cualquier observador que no haya recibido la formación adecuada puede hacer lecturas erróneas sobre lo que está viendo.

- Es decir que nos engañan.
- Bueno, nos dejamos engañar poniéndonos en manos de personas que no están a la altura de las circunstacias: políticos, periodistas y opinadores... No me malinterprete, me refiero a algunos políticos, a algunos periodistas y a algunos opinadores.

- ¿Cuál es el peor de ellos?
- Lo peor, es la suma. Un político lanza una invectiva -que nunca debería haber lanzado-, un periodista la amplifica dotándola de sentido histórico -cuando no tiene las herramientas para hacerlo-, y los opinadores la refuerzan -ellos viven de opinar, sin importar la calidad de las opiniones-. En resumen, esta cadena de errores provoca tragedias porque difunde muchas mentiras.

- Está usted hablando casi, como si fuese el autor del libro...
- ¿Y por qué no? Lo he interiorizado. Ya es mío.

- ¿Y cómo conoció la existencia del libro en cuestión?
- Decir azar sería estúpido... así que cuente que está hablando con un estúpido.

- ¿Y los balcanes?
- Bueno, fue un poco casual. Como usted sabe, soy una persona muy interesada en los bigotes, y los balcanes siempre han sido una zona proclive a generar bigotes de grandes proporciones. Pero fíjese, así como ha habido mucho cerdo camuflado bajo los pelos de la nariz, la mayoría de los cerdos balcánicos no llevaba bigote. Por ejemplo, Enver Hoxa, el criminal dictador albano, el sanguinario Ante Gotovina, o qué decir de Radovan Karadzic... o Ratko Mladic. Ninguno de esos cabrones lucía bigote. En cambio... piense en un serbio en abstracto. El paradigma de serbio. Seguro que lleva bigote.

- Si usted lo dice...
- Lo que yo le quería contar desde el principio es esto. El bigote no es malo ni bueno en sí, como todo. Depende más de la boca que cubre. Además, a mi sirve como método para analizar el mundo. Hay liberales, hay marxistas, hay incluso davidbisbalistas... yo soy bigotista. El bigote me sirve para aprender.

- Perdone, aquí los temas los introduzco yo...
- Exacto.

Con permiso de Chuck Norris

Sí, es una forma pueril de tratarlo. Y también superficial, amarillista, sensacionalista... y además puede cabrear mucho a Chuck Norris, quien atesora todos los records Guiness de la historia, como la mayoría de ustedes ya saben. Pero bien, asumo el riesgo. Al parecer, la persona que consiguió obtener el mayor bigote de la historia es Badamsinh Juwansinh Gurjar. Un indio que no se cortó los pelos durante 22 años. La cifra es brutal. 381 centímetros de mostacho medidos en el año 2004. Eso sí, con el permiso de Chuck.

La primera película erótica de la historia

Me he encontrado en un suplemento para jóvenes de un diario generalista con un dato que refuerza mi tesis. El bigote, además de ser un atributo diferencial, desata los impulsos de las mujeres siempre que se lleve con elegancia y sensualidad, claro. Es de necios pensar que únicamente por vestir bigote las mujeres caerán hechizadas ante un hombre. Esto suena a anuncio. Y de los malos.

En ese artículo se resaltaba la importancia de dedicar a los besos el tiempo y el tempo necesarios, haciendo referencia a una película del año 1896 llamada "El beso". Dicha cinta, cuya duración no llegaba al minuto, tenía a May Irwin y John Rice como protagonistas, y la acción se limitaba a mostrar la aproximación de los labios de Irwin hacia los de Rice. Cuando se estrenó "El beso" causó un impacto descomunal. Dado que los cándidos espectadores de la época sólo habían visto escenas cotidianas (muy aburridas por cierto) de trenes llegando a la estación, de feligreses saliendo de la parroquia o trabajadores partiendo hacia sus casas tras la jornada, no parece extraño que "El beso" fuera calificada de "brutal y lasciva". Y bajo una perspectiva más amplia de la historia del cine, como la primera película erótica... (y aquí añado)... donde los misteriosos labios del galán se sugerían a través de un turbador bigote.